A la muerte del obispo Limenio, ocurrida en el 396, la comunidad vercellese fue agitada y revuelta por graves discordias, que impidieron la designación del nuevo candidato, dilatando a lo largo la vacación de la sede.
La turbación aumentaba la acción de desintegración de dos monjes apostatas milanesas llegados a Vercelli a difundir sus errores acerca de la disciplina ascética y la continencia, denegando la reforma querida por el difunto obispo respecto a la disciplina ascética y al celibato de los sacerdotes, ideas ya presentes en la regla de vida del clero querida por el gran Sant Eusebio.
Soplando sobre el fuego de las divisiones intestinas, alimentaron con falsas habladurías el resentimiento hacia Sant Ambrogio de Milán, presentando a él como responsable de las agitaciones y la retardada elección del nuevo obispo.
Sant Ambrogio intervino en un primer momento con la larga, severa y monitoria epístola Ad ecclesiam vercellensem, que fue él último su escrito, sobre el declinar del 396, y luego de persona para poner decididamente término a la contienda y a la vacación.
La elección del candidato cayó sobre el virtuoso Onorato, miembro del cenobio y de todos estimado; y tal feliz designación apaciguó los ánimos, también los de los que le indicaron en Ambrosio al responsable de la larga vacación.
Onorato nutrió por el gran obispo de Milán sentimientos de filial gratitud y devoción, y cuando éste cayó enfermo, al principio de la primavera del 397, acudieron a Milán para asistirlo. Paulino, biógrafo de Ambrosio, afirma que Onorato llegado a Milán cerca su gran protector, le administró el santo Viático, después de qué Ambrosio serenamente exhaló.
De la acción pastoral de Sant Onorato es testimonio un poema, incidido en la losa sepulcral de su tumba, puesta en la catedral ciudadana junto a aquellos de Eusebio y Limenio.
En el texto Onorato es descrito como digno discípulo del maestro Eusebio, del que compartió las penas del destierro y la cárcel y como predicador de la ortodoxa doctrina católica contra los influjos arios todavia presentes y los errores de Gioviniano. Además de la doctrina segura, Onorato dio ejemplo de vida santa y celo pastoral.
Su episcopado duró màs o meno 20 años y terminó el 29 de octubre de 415, día en cuyo todavia es recordado en el calendario litúrgico de las diócesis de Vercelli y Milán.
Sus reliquias descansan bajo de la mesa de un altar lateral de la catedral de Vercelli. La iconografía del santo, en la imagen típica de un anciano obispo santo, tiene un rasgo específico al presentarla y comunicar a Ambrogio muriente.
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