Nacida en Borgoña hacia el 931; muerta en Seltz ( Bajo Rhin) el 16 de diciembre del 999.
El cielo la había colmado de dones. Fue a la vez reina de Italia y Alemania, y la primera de las emperatrices del Sacro Imperio Romano Germánico. Según san Odilón (1 de enero) de Cluny, era «una maravilla de gracia y belleza». Añadamos que era una mujer muy cultivada para su tiempo.
Tenía dieciséis años cuando su padre, el rey de Borgoña, la ofreció en matrimonio a Lotario II de Italia. Este la hizo desgraciada, pero murió al cabo de tres años (950), sin duda envenenado por Berenguer de Ivrée, quien se apoderó de sus dominios. I labiendo tomado también el título de rey y no teniendo Adelaida ningún hijo varón, quiso casarla con su hijo, lo cual hubiera arreglado todo. Pero ella lo rechazó, se escapó del castillo en donde había sido encerrada, y llamó a Otón I de Alemania en su socorro (agosto 951). Otón acudió en seguida, le ajustó las cuentas a Berenguer y se proclamó rey de Italia. Y como era viudo, Adelaida se casó con él (Navidad del 9.51). Otón regresó a Italia diez años más tarde, llamado esta vez por el papa Juan XII, cuyos estados habían sido invadidos. Derrotó al invasor y recibió a su pesar la corona imperial que había llevado Carlomagno. Así nació el Sacro Imperio Romano Germánico que duró ocho siglos (9621805). A la muerte de Otón I, Adelaida ejerció la regencia en nombre de su hijo Otón II, muy joven todavía en esa época (973978). Volvió a gobernar el Imperio desde el 991 al 996 durante la minoría de edad de su nieto Otón III. Fue para ella un período de pruebas y sufrimientos. Consagró los tres últimos años de su vida a promover el bien de la Iglesia y a auxiliar a los pobres. Murió de paso por Seltz, cerca de Estrasburgo, en uno de los numerosos monasterios que había fundado. Fue enterrada al lado de su marido, Otón 1 el Grande.
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